Una genuina experiencia cliente, materias primas de la mayor calidad, la mejor formación internacional y una apuesta decidida por la innovación son los ingredientes principales de la fórmula empresarial que han hecho de Pastelería Ascaso el laboratorio del dulce gourmet que somos hoy. Si esto lo aderezamos con más de 125 años de historia y la pasión que hemos puesto cuatro generaciones de la familia en nuestro trabajo, el resultado es –según la escuela de negocios ESIC y el diario económico Expansión– un Caso Aragonés de Éxito.
Pero, tal y cómo han explicado Vicente Ascaso -creador de la novedosa fórmula de nuestro Pastel Ruso– y Sura Ascaso -responsable comercial de la marca-, en Pastelería Ascaso sólo sabemos que llevamos más de un siglo buscando la excelencia de nuestros productos. Únicamente utilizamos materias primas seleccionadas y de primera calidad (como el chocolate de Valrhona, la almendra marcona o frutas de temporada), que con tanto mimo y delicadeza trabajan nuestro equipo de profesionales.
Es por eso que la formación ha sido otro de los ingredientes fundamentales en Ascaso y una de las principales contribuciones al logro de nuestras expectativas. Siempre de la mano de los mejores, nos ha permitido trabajar otro de nuestros pilares: la innovación. Pero una innovación entendida como una fórmula de equilibrio entre tradición y vanguardia, que nos permite elaborar dulces gourmets y creaciones únicas con las técnicas más novedosas, pero sin perder nuestra esencia artesanal.
Y es que algo tan tradicional como la pastelería está en continua renovación. Y en Ascaso nos mueve el deseo de hacer las cosas mejor, sobre todo, animados por la energía que nos dan nuestros clientes. Por eso, llevamos 125 años escuchando qué es lo que quieren, ya sea en nuestros establecimientos o en las redes sociales. Porque ellos son nuestro principal ingrediente, sin el cual hubiera sido imposible que nuestra fórmula funcionara.