Seamos más de la tradición religiosa de Todos los Santos o de la costumbre pagana de Halloween, lo cierto es que a todos nos apetece comer dulces en la Noche de difuntos. Mientras los niños llenan sus bolsas de caramelos y chocolatinas a golpe de “¿truco o trato?”, los mayores nos deleitamos saboreando las delicias típicas de la fecha, que no son otras que los panellets y los huesos de santo.
Dos elaboraciones con siglos de historia a sus espaldas sobre cuyo origen existen diferentes hipótesis. Pero en lo que todas parecen coincidir es en su carácter de alimentos nutritivos y energéticos, ideales para recuperar las fuerzas tras la vigilia del 31 de octubre.
En Ascaso llevamos preparando panellets de forma completamente artesanal desde los años 40. Contamos para ello con un ingrediente estrella: almendra marcona española de calibre s/16, que proporciona la textura y untuosidad deseada para confeccionar el mazapán. Estas piezas de mazapán son moldeadas manualmente una a una y combinadas con otros sabores: piñones, coco, yema, pistacho, nuez, chocolate…
Para los huesos de santo, mezclamos la almendra molida con azúcar, extendemos la masa y laminamos en finos cuadrados con los que formamos “tubitos” que después se rellenan con yema, trufa, praliné o coco.
Y por supuesto, estos días también son momento para degustar los riquísimos “buñuelos de viento”, bolitas de pasta choux frita en aceite de oliva, espolvoreadas con azúcar y rellenas con nata pura de vaca o crema pastelera, y nuestras famosas castañas del Pirineo, hechas con fruto de temporada. ¡Son una auténtica delicia!
No nos olvidamos de los más pequeños, que pronto llamarán a nuestra puerta para pedirnos unos dulces. En Ascaso encontrarás desde monedas de chocolate hasta catrinas de nube y piruletas de diferentes personajes. ¡Echa un vistazo a esta galería!