Para una buena dulcívora, no hay verano sin helado. El mercurio está marcando máximos, y este es el postre refrescante por antonomasia para combatir las altas temperaturas. Además de endulzar nuestras sobremesas, los helados también son una buena forma de completar la alimentación e hidratación de nuestro organismo… ¡son un alimento sanísimo!
Las que tenemos la esperanza de mantenernos en nuestro peso después de las vacaciones tenemos que saberlo: los helados elaborados con ingrediente naturales, sin colorantes ni conservantes, EXISTEN.
Y son los de Pastelería Ascaso: el más fresquito y afrutado es el de mandarina, con puré de mandarina y ningún aditivo. Pero si tuviera que elegir el más especial, me quedaría con el de albahaca. Es un helado muy natural, fresco y digestivo, ya que está elaborado con una infusión de albahaca natural. Además, esta planta es todo un símbolo de Huesca, cuna de Ascaso, en sus fiestas de agosto.
Si os gustan los sabores tradicionales, no os podéis perder el de Jijona, creado a base del mismo turrón que recuerda a la Navidad, con almendra marcona; ni el de yogur, que contiene yogur de Villa Villera, muy cremoso, sabroso y nada ácido, por lo que el punto en boca es muy agradable.
El 15 de julio se acerca y a partir de ese día los golosos podremos disfrutar de un sabor “particular de la casa”. Se trata del helado de melocotón con vino, elaborado con melocotón natural y vino “rancio”, por lo que mantiene todo el sabor de este tradicional postre aragonés en un formato más ligero y fresco.
Como veis, en la variedad está el gusto, pero todos los helados de Ascaso destacan por su gran cremosidad y naturalidad. Los podéis encontrar en todos los establecimientos físicos con los que cuenta la pastelería en los centros de Huesca, Zaragoza y Madrid. Se presentan en tarrinas de medio litro o en vasitos individuales, un formato más práctico si queréis probar todos los sabores… ¡incluso dando un tranquilo paseo de atardecer veraniego por la ciudad!