El monte se hace dulce en los Abades de Ascaso

 

Mandado construir en el siglo XI por Sancho Ramírez, la silueta del Castillo de Montearagón sigue dominando el horizonte más cercano de la ciudad de Huesca. Símbolo y testigo de la historia altoaragonesa es también inspirador de una de las especialidades de Pastelería Ascaso: los Abades, un dulce de origen tradicional, cuyo aroma y sabor evocan el singular paisaje de sierra, monte bajo y matorral.
Muy pegados a la tradición repostera oscense, los Abades, sin embargo, redondean la sencillez de sus materias primas con un toque innovador. Y es que estos crujientes y dorados hojaldres de mantequilla se caramelizan y se acompañan con aromas de lavanda o tomillo naturales de la zona, convirtiéndolos en una auténtica experiencia para todos los sentidos.
Abades de Montearagón
La versatilidad es otra de las características de estas delicias, ya que son perfectas para tomarlas en cualquier momento (acompañadas de un café, como postre, como aperitivo…) y cómo más te gusten, solos o rellenos de dulce (chocolate, crema, mermelada,…) o de salado (foie, salmón, queso,…). Solo hay que dar rienda a la creatividad y disfrutar de sus infinitas posibilidades.
Además, la buena conservación de estos delicados y exquisitos dados de hojaldre los hace ideales para viajar y como detalle si quieres sorprender a alguien. Si todavía no has probado los Abades sólo tienes que acercarte a cualquiera de nuestros establecimientos de Huesca, Zaragoza y Madrid o hacerte con ellos en la tienda online. 
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