El sonido de los organillos a ritmo de chotis inunda las calles del Madrid más castizo, que se llena de chaquetillas y parpusas y vestidos de lunares y mantones de Manila para celebrar la festividad de su patrón: San Isidro labrador. A esta celebración, se suman también los agricultores, que honran al santo con romerías en numerosas localidades del país en la búsqueda de fortuna para sus cultivos.
En Pastelería Ascaso nos encanta celebrar cualquier festividad dándole un toque dulce. Y creemos que la mejor manera de conmemorar San Isidro es rindiendo homenaje a la tradición y a esos frutos del campo que, con tanto mimo, producen los agricultores para que nosotros trabajemos con las mejores materias primas. Esa es la esencia de nuestra Torta de San Isidro, con la que queremos acompañar de la manera más dulce a todos los madrileños en el día de su patrón desde el establecimiento de Ascaso en la capital.
Postre de los de “toda la vida”, la Torta de San Isidro es un dulce sencillo, pero muy delicado en su fórmula y composición. Su base de masa hojaldrada se acompaña de una fina y sabrosa crema de almendras, pasas y trocitos de naranja y limón, que se culmina con una capa de almendra laminada.
Por todo ello, la Torta de San Isidro resulta un dulce ideal para consumir a cualquier hora: en el desayuno, con un humeante café con leche; como postre de comida, acompañada por un moscatel, cava o alguno de los excelentes vinos de Madrid, o con un aromático té en la merienda. También es un postre perfecto para aquellos que decidan celebrar San Isidro en la Pradera o en el campo, como marca la tradición. Se presenta en una caja y no necesita frío, por lo que resulta fácil de transportar y, así, disfrutar en cualquier lugar de este dulce bocado que evoca el sabor de la tradición y de las fiestas populares.