¡Hola Dulcívoros! No sé si habéis notado que de un tiempo a esta parte, muchas empresas de diferentes ámbitos han empezado a «apellidar» sus productos con términos como sostenible, ecológico, kilómetro 0, comercio justo, eficiente… y el sector de la alimentación no es diferente. Existen tantos conceptos nuevos que a veces los consumidores no sabemos lo que significan, o cómo se traduce eso a nivel práctico.
¿Os habéis parado a pensar alguna vez de dónde viene el chocolate de esa tarta Sacher, de esa palmera o de ese bombón? El cacao es uno de los ingredientes principales en el mundo de la repostería/pastelería pero ¿dónde y cómo se cultiva? ¿Cómo afecta eso a mi postre favorito?
Ya sabéis que uno de mis santuarios del dulce es la pastelería Ascaso. Al utilizar métodos de elaboración artesana, casi sin querer han apostado por medidas que no solo hacen que sus productos sean deliciosos y buenos para tu salud con ingredientes 100% naturales, sino que sus prácticas son también beneficiosas para el medioambiente. Por ejemplo, algo tan sencillo como utilizar productos de temporada y de cercanía.
Pero en una de mis visitas descubrí que no solo el chocolate que utilizan es uno de los mejores del mundo, chocolate Valrhona, y por eso sus creaciones están divinas. Sino que esta materia prima de primerísima calidad en todas sus variedades, es SOSTENIBLE.
¿Qué significa eso? En este caso muchas cosas.
En primer lugar, los productores viven mejor de su trabajo. Valrhona compra cacao a 10.262 productores distribuidos en 16 países, con los que tiene acuerdos de colaboración a largo plazo. Así ellos tienen la seguridad de que venderán su cacao y adoptan mejores prácticas sociales y medioambientales. También generan proyectos de apoyo a las comunidades, como creación de escuelas o diversificación de cultivos.
Por supuesto, es beneficioso para el medioambiente. La empresa francesa pretende ser en 2025 neutra en carbono. Todas las operaciones en su cadena de producción, desde el cultivo del cacao a la distribución, generan un impacto que trabajan por minimizar. Ya han puesto en marcha varias medidas, como consumir energía hidráulica, seguir criterios de eco-concepción de nuevos productos, o reducir los residuos.
Además, a través de sus diferentes programas de enseñanza, han adquirido un compromiso por sensibilizar y formar a futuras generaciones de chefs pasteleros en la gastronomía responsable.
Así que, la próxima vez que os comáis unos lamines, castañas del Pirineo, gajos de naranja, frutas de Aragón o una tableta de chocolate, por poner unos ejemplos; que sepáis que la persona que cultivó ese cacao ha recibido un salario justo, es posible trazar el origen de ese chocolate hasta la parcela donde se recolectó, para su transporte y procesado se han seguido protocolos que reducen la contaminación y finalmente, en el obrador de Ascaso, ha sido trabajado con mucho amor para llenarte de felicidad en una creación gourmet única.
Si queréis saber más sobre el trabajo de Valrhona podéis visitar su página web valrhona.com