Hola dulcívoros:
Es tiempo de Cuaresma. Ya sabéis lo que esto significa en la tradición cristiana, ¿no?: ayuno y penitencia, restringiendo durante 40 días – los mismos que Jesús pasó en el desierto sin comer ni beber nada – los alimentos que tomamos, evitando la carne y sustituyéndola por elaboraciones que nos proporcionen el aporte calórico que necesitamos para llegar a la Semana Santa purificados.
Obviamente, parte de estas costumbres se han perdido y ahora son pocos los que las siguen. Pero lo que sí nos ha dejado la Semana Santa es una tradición gastronómica y culinaria muy especial, protagonizada por los dulces y el bacalao, que siempre están en mi lista.
¡Soy una auténtica amante de los buñuelos de Cuaresma que preparan en Pastelería Ascaso! Son bastante peculiares, ya que tienen forma de cuadrado. Los elaboran con masa laminada a base de huevo, mantequilla, azúcar, harina y un toque de limón y naranja. Después los rellenan de crema pastelera o crema de limón y los espolvorean con azúcar glas. ¡Están taaaaaan ricos!
Los tenéis en sus tiendas físicas de Huesca y Zaragoza cada miércoles y viernes hasta el Viernes Santo. Lo mismo que sus empanadillas de bacalao fresco, que guisan con mimo en su obrador y acompañan con sofrito de verduras para luego envolverlo en riquísimo y fino hojaldre. Ambos productos son los alimentos estrella del periodo de Cuaresma. Y un poquito más adelante también elaborarán torrijas, que además son súper especiales, ya que no utilizan pan como base sino un bizcocho muy jugoso y aromático.
Os aconsejo echar un vistazo a la sección “Por encargo” de su página web, porque disponen de empanadas de atún, cocas vegetales y brazos de salmón y marisco, que también conforman opciones muy apetecibles para estos días.
Y es que en Ascaso son auténticos artesanos del sabor. Yo siempre encuentro un producto para cada ocasión. Ya lo sabéis: podéis disfrutar desde ya de sus buñuelos y sus empanadillas (estas, también en Madrid) y muy pronto nos deleitaremos con sus torrijas.