Las pajaritas de Huesca, convertidas en delicado hojaldre

En el Parque Miguel Servet de nuestra querida ciudad, Huesca, en la zona reservada a los juegos de los niños, justo en frente de la antigua Escuela Normal de Maestros, se erige un famoso monumento. Dos grandes y blancas pajaritas de papel, diseñadas por el artista oscense Ramón Acín en 1929, recuerdan, a los que por allí pasean, la felicidad, sencilla e ingenua, de los juegos infantiles.

Monumento a las pajaritas (Huesca)
Imagen: Huesca La Magia

Acín, que fue ilustrador, pintor, escultor, profesor y pedagogo, construyó una escultura que homenajeaba a los niños, que son “la única esperanza de un mañana mejor”, publicó por entonces en un diario local. Todo ello sin saber que, años más tarde, las pajaritas se convertirían en un símbolo de Huesca y de sus fiestas.

Tiempo después, las pajaritas de Acín se transformaron también en una dulce propuesta pastelera, ideada por Pastelería Ortiz, que comenzó a elaborarlas hace 30 años. Ganaron gran popularidad entre los oscenses y hoy pueden seguir disfrutándose en Ascaso, gracias a las manos y al saber hacer de Ana Ortiz.

Se trata de unas pajaritas de delicioso y crujiente hojaldre, con dos capas alternas de nata y crema pastelera tostada, y espolvoreadas con almendra laminada y azúcar glas. Podríamos decir que también es un postre pensado para los niños, pero lo cierto es que es para todos. ¡Difícil resistirse a su sabor!

Del 9 al 15 de agosto, como cada San Lorenzo desde hace varios años, estarán en nuestra tienda de Huesca con la receta original de Ortiz, haciendo un bonito homenaje a uno de los símbolos más universales de Huesca.

Pajaritas de hojaldre, nata y crema pastelera
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